Poema

¡Coñón!

Por ti no estoy 440.
Contigo fundo compases y me como el tiempo,
mas en tu presencia desafino.
pues ya lo digo Teodognis en Alejandría:
"aborrezco el amor"

Es tu culpa que no armonice,
que pierda la destreza de mi ejecución.
de que enmudezca en mi Solo,
de darle miopía a mis ojos ,
de que pierda el rastro de la batuta.

Soy todo disonancias,
ruido es lo que emite mi instrumento.
un ruido blanco que produce ceguera,
una ceguera que acalambra mis sentidos,
borrando mi partitura de mi sinfonía réquete estudiada, sobre-réquete aprendida
mutándola en un jazz improvisado al instante
abusando nueva vez de mi talento...
¡Ridiculez subversiva!

Adicto

Adicto a ti. ¿Y que?
ni melancolía ni algarabía
a este implante latente
que va tiñendo mis venas de un anaranjado fulgor.
...
Adicto a los estados alterados que en mi provocas
poniendo esta esfera de cabeza, patas arriba,
mi loco mundo, mi existir de ángulos rectos
en elipses juguetonas que no paran de rodar.

Adicto ¿y qué? Dame más,
quiero mas de la luz que cambia mi blanco y negro en RGB,
del arcoíris que sale del prisma de tus ojos,
de arnés que asegura mis caídas que es tu pelo,
de tu voz canción de cuna que me duerme y libra de espantos.

Adicto confeso de tus destellos de felicidad
De tus cadencias a ritmo de aquella cancion,
del esmalte de tus uñas a medio quitar,
del super hombre con capa que a tu lado soy,
del laberinto de tus labios.

Transilvania 18°28'24.70"N / 69°53'2.38"W

Transilvania 18°28'24.70"N / 69°53'2.38"W
Paredes ancestrales, ancianas pero vacanas
sombras leventes y naves con destinos etílicos
y cruceros de un destilado destino.

La victima con delirio de cazador, muerde el anzuelo
y de colon no queda nada en esas calles rebeldes
solo sangre, alas, colmillos: mi fogosa Transilvania.

Ataúdes bajo las camas de los moteles,
y el humo dibuja un fajo e cuarto al comprar silencio
sin ser atento, al escote que chiviricamente se asoma
como un preview de mercadeo; lo que viene es fuego.

Ciudad de aquelarres antiguos, el linaje más perverso,
de piel oscura con sabor a guto, danzando, manoseando,
pervirtiendo, conquistando, seduciendo, sobando, etrujando,
pareciera a veces que es solo otro acto para sangre nuevamente verter

A mi no me joden, con mi crucifijo de metal y mi
carruaje sin caballos, 4x4 y la oraciones del terror echas canciones
de bufeo en bufeo, entre los moteles.
No me vengan con vaina, e ma’: vaya pa’l diablo.