martes, 14 de agosto de 2007

La dama de anoche



Que lindo es levantarme tras haberme soñado contigo,
sentir tu presencia y tu perfume de mujer grabado en mi pecho.
Tus dedos marcados en mi espalda y mi cama testigo fiel de nuestra glorificación.

Fue tan bueno que pecado tuvo que ser. Como un test de Rocha
En todas las figuras veo tu silueta, en cada cuerpo elegante veo tu rostro
y en las cadencias del tumbao de las jevitas busco tu sonrisa.

Te sentí tan cerca que ya no es mi sombra quien me persigue,
lo unico que quiero es verte, estar contigo, sentirte cerca, saberte presente
y que nunca te irás.

Esos ojotes claros, de mirada perdida... Fantasma y mi talón de aquiles,
tu sabor en mis labios, tu sudor impreso en mi piel, reflejarme en esos
ojos de animé japones y jugar con tu cabellera hasta dormirme.

Hoy busco los restos de nuestra travesura:
no hay restos del brassiere que tanto trabajo me dio quitarte,
no encuentro la blusa tuya que accidentalmente manchamos de amor,
ni tus zapatos zapatos altos, no hay pistas por ninguna lado.

Me temo que soy presa de jugadas de mi mente,
anoche estuviste presente y por arte de magia desapareces,
no dejas pistas ni rastros solo un tigre desesperado
que te busca en su sombra y que te ansía a tu lado.

Como un súcobo...

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